"Los argentinos somos un país raro": Betty Sarlo lee el Frakfurter Zeitung y lo que más le gustó del mundial son los colores de la bandera alemana en el Empire State

Es cierto, fue hermosísimo ese momento, algo que no se veía desde los tiempos de Albert Speer. Pero acá en la Argentina este momento maravilloso fue censurado por 678 y así toda la población, cautiva de la impostura kirchnerista, ya no sabe apreciar la belleza.

Beatriz Sarlo: "Yo ayer a la tarde, porque soy una enajenada, porque se puede decir que soy elitista, porque se puede decir todo lo que se quiera de mí., ayer a las dos de la tarde fui a uno de los museos nuevos y con mejor colección de Buenos Aires (sic) a ver una exhibición. Cuando llego a las tres menos veinte de la tarde a ese museo, me encuentro con un cartel que el museo está cerrado desde la dos y media..".

Dice Juan Strocovsky:

Beatriz Sarlo ha devenido en ser una nadadora de alta competencia en tarros de dulce de leche repostero. Ese tipo de declaraciones sólo sirve para preguntarnos qué tan inteligente puede llegar a ser una académica y por ende sus trabajos de investigación del pasado, o de cómo una persona que supo elaborar con algún éxito cierto análisis de sociología literaria y cultural, aunque con ninguna escuela posterior que siguiera sus pasos ágiles, puede decrepitar y advenir en un ser con un discurso dirigido sólo hacia la laceración (no digo crítica, porque parece que ha decidido abdicar de sus lauros como la crítica número 1 de la Argentina) de un gobierno que le causa una urticaria que ni cien potes de crema antialérgica podrían evitar tanta sensibilidad epidérmica. Sí, lo de Beatriz Sarlo, es una enfermedad epidérmica, quizás sea psoriasis gorilística o algo parecido. Creo que tendría que volver a la crítica literaria y abandonar el análisis político: al menos su crítica era admirada por alguien. No creo que sus análisis políticos pervivan más allá del impacto inicial. Si fuera así, seria de esperar que mejore su carisma mediático con una cara menos fruncida y con algún manejo de la ironía simpática; al menos acertaría a traslucir que aún conserva algo de su malograda inteligencia.

CACEROLAZO para que Beatriz Sarlo pueda ir al museo