sábado, 9 de abril de 2016

Oh, qué solitaria alma mía, varada en la melancolía


La melancolía siempre me persigue
me asalta en la noche
siempre se burla de mí
oh, qué solitaria alma mía
varada en la melancolía.

Perdí toda alegría e inspiración
mis lágrimas son lo único que puedo mostrar
sin consuelo
solo puedo ver dolor y tristeza
hasta el día del juicio
oh, melancolía.

En lo profundo de la noche
busco el rastro de un beso largo
un abrazo cálido
pero el amor es un capricho
tan endeble como el encaje
y mis brazos se aferran a un lugar vacío.

Melancolía, ¿por qué me has dejado ciego?
ten piedad de mí y rompe
las cadenas que me atan
suéltame, libérame
tráelo de nuevo a mí
oh, melancolía.



El 20 de mayo sale Fallen Angels, el nuevo disco de Bob Dylan, donde sigue abordando canciones del repertorio de Frank Sinatra, como ya lo había hecho en su anterior Shadows in the Night. Cuando en febrero de 2015 salió Shadows..., yo escribía en el blog: "No se parece a ningún disco de covers, tampoco se parece a Sinatra y, como es usual, la forma que Dylan encontró para seguir siendo él mismo es sonar diferente a lo que antes hizo. A esta altura del partido, si Dylan no nos desconcertara, si hiciera algo que nos suena conocido y reconocible, nos sorprendería mucho. La paradoja de Dylan es que sabemos que no estará nunca ahí donde lo esperamos". 

Bien, esta vez parece tratarse simplemente de la continuación de aquel  proyecto. Dylan no homenajea a Sinatra ni hace "covers". "I don’t see myself as covering these songs in any way. They’ve been covered enough. Buried, as a matter a fact. What me and my band are basically doing is uncovering them. Lifting them out of the grave and bringing them into the light of day" ("No me veo haciendo covers de estas canciones de ningún modo. Ya están bastante 'cubiertas'. De hecho, están enterradas. Lo que con mi banda estamos haciendo, básicamente, es descubriéndolas, sacándolas de una fosa y trayéndolas a la luz del día"), dijo cuando salió la primera parte de esta saga. 

Ahora elige para anticipar su segundo disco del ciclo "Sinatra" una canción de Walter Schumann y Vick R. Knight Sr. que Frank grabó en 1939, en la que, sumido en la melancolía, confiesa que su inspiración y su alegría se han ido. No necesariamente hay que tomarlo al pie de la letra. A través del repertorio de Sinatra, Dylan se pone en una relación curiosa con el máximo exponente de la canción pop... pre-dylaniana. Lo que esta relectura significa queda velado bajo un manto de enigma. Quizás se trate de una impugnación al estado de la música pop actual, quizás de una manera de poner en práctica eso que él escribió en "Bye and bye": "el futuro es ya una cosa del pasado". O puede ser que realmente un ánimo melancólico lo lleve a querer cantar estas buenas y viejas canciones, simplemente.

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