Mucha simbología nórdica en el asalto al Capitolio. Jóvenes disfrazados de personajes de leyendas celtas o vikingas, con cuernos y pieles, quieren mostrarnos la supremacía del Norte del mundo (también los usa la Lega Nord de Italia y la ultraderecha europea). Estos personajes y sus símbolos de Poder no movieron a risa porque era el Capitolio de verdad. La brújula de esta gente subdotada es el Norte, un Norte legendario y poderoso, lleno de odio contra el Sur de la latinidad, la pobreza, la gente de color, de África y Sudamérica, etc. Los tatuajes y disfraces para defender a su Patria, el país más poderoso de la tierra, sin embargo, lejos de representar su poderío, los mostró con ese candor de la violencia de carnaval. Si los Estados Unidos de América, con la escena hollywoodiana que mostró ayer en el Capitolio, pretendiera sostener su “America First”, lo que dio al mundo es la imagen de su decadencia imperial. Estos chicos que entraron al Capitolio como por su casa, que se hicieron selfies con policías, mostraron que la ultraderecha usufructúa de la debilidad mental que la misma maquinaria neoliberal crea, en estos muchachos que de niños jugaban a ser Odin o Batman. No desestimaría el desastre que es para el mundo la existencia de esta infantilización de emblemas de poder (no hablo de los niños, sino de la infantilización que crean los adultos). Hacen el mismo efecto que un niño disfrazado de Odin y rugiendo como un león. Claro, estos pueden portar armas. La política y el Poder se mueven entre narraciones legendarias y cuentos infantiles sosteniendo a poderosos de diversa laya que han inundado todo de mercancías inútiles y videojuegos. Ayer, por un rato, el videojuego salió de la pantalla y algunos de sus héroes se arrimaron al centro de la política estadounidense. Hoy volverán al videojuego online.
Postdata 1: No se debe interpretar que subestimo la tragedia de estas escenas. La ficción, relatos y simbología construyen realidad. Que sea trágica su consecuencia no impide que pueda ser farsesco su sostén.
Postdata 2: Dicen que el activista de la foto está disfrazado de guerrero Sioux. Su atuendo es muy similar al de héroes vikingos, guerreros germánicos. Sus atuendos se ven en marchas de las derechas europeas. El famoso Sioux nórdico que asaltó el Capitolio usa tatuajes de simbología vikinga, como el Valknut tatuado en su pecho. Mi análisis no cambia si se trata de cuernos sioux o vikingos. Se trata de supremacistas blancos.