por César Colman
Con orígenes en el jazz y en la música experimental, supieron encontrar la fórmula para sonar en los ochenta. Esta, podría decirse, es la historia de tres rubios que afinaban, cantaban bien, y sabían tocar sus instrumentos. Pero, por sobre todas las cosas anteriores, no pertenecían al ambiente en el que se movían. Y es que a fines de los setenta ellos irrumpieron en una escena que les era totalmente ajena. Tal vez por eso, sus rubias melenas se mantuvieron por contrato luego de habérselas teñido para una propaganda. Pero lo importante es el legado de cinco discos hecho por músicos que a pesar de todo no renegaron de sus orígenes. O, como dijo alguna vez, Andy Summers, la última gran banda de los sesenta…
Sucesos Argentinos
Era raro, muy raro, por aquellos iniciales años ochenta que una banda en pleno auge mundial se acercara hasta estas lejanas tierras a dar un recital. En el año 74 vino Santana, que tocó en el viejo Gasómetro de San Lorenzo. Joe Cocker vino en el año 1977 al Luna Park. Y me atrevo a decir que no muchas más bandas internacionales visitaron la Argentina. La cuestión es que en 1980 The Police hizo su presentación en la inauguración de la disco New York City (la misma del que Sumo hablaría en "La rubia tarada") y otro en el estadio Obras, que pasó a la historia del rock local porque, en plena dictadura, Summers, harto de que la policía obligara al público a sentarse por la fuerza, le propinó un puntapié a uno de los uniformados. Luego de terminado el recital Andy no sabía cómo pedir disculpas, no era un inglés en Nueva York. Era un inglés en la Argentina de la dictadura, tras patear un policía. (Para leer este post completo, ir al blog Un Largo, clickeando acá)
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