todos estamos igual

viernes, 16 de octubre de 2009

Un comienzo glorioso para el DOCBSAS/09

con grandes películas de Apicahtpong y Tsai


por oac

Mi comienzo del DOC/09 estuvo a punto de frustrarse por una cadena de complicaciones personales de último momento, pero al final todo se acomodó para llegar a la función de las 22:00 y encontrarme con un programa de puta madre (perdón a las almas susceptibles, no uso la palabra "puta" en la acepción denigratoria del oficio de meretriz, sino como un elogio enfático). ¡Qué buen comienzo, la concha de tu hermana!

Estas tres películas breves podrían agruparse bajo la etiqueta "Exploraciones de diversos espacios": Hogar (Heim; Austria, 2009, de Claudia Larcher); Madame Butterfly (Taiwan/Italia, 2009, de Tsai Ming-liang); y Una carta para el tío Boonmee (A Letter to Uncle Boonmee; Tailandia/ Alemania/ Reino Unido, 2009 de Apichatpong Weerasethakul). Tres espacios diversos. El primer corto, Hogar, consiste en un único movimiento de cámara (combinación de panorámica y travelling lateral) que abre el espacio íntimo de un departamento. Pero este espacio que la cámara va abriendo está hecho de perspectivas sutilmente incongruentes (logradas mediante un montaje digital invisible) y rastros de una intimidad enrarecida. Hay algo amenzante que no llega a definirse. Lo peor que podría decirse de este film de 12 minutos es que en su primera mitad uno ya sabe que todo se agotará en ese movimiento y eso invita a descubrir las costuras técnicas del truco visual. Lo mejor que puede decirse de los programadores es que resulta un buen aperitivo para lo que se viene.

Lo que se viene es Madame Butterfly, el penúltimo opus del gran Tsai Ming-liang (después de este mediometraje de 35 minutos Tsai filmó en París el largo Visage, con Jean Pierre Léaud y un elenco internacional). Se trata de un encargo que le hizo al cineasta malayo un festival italiano para homenajear al compositor Giacomo Puccini, para lo cual le asignaron un ínfimo presupuesto. De esta limitación hizo Tsai la máxima virtud del film. Se trata de una vuelta al realismo áspero de sus primeras películas, despojado del glamour y la estilización que fue adquiriendo en los últimos años. Acá Tsai vuelve a sacar la cámara a la calle y transita -renunciando a los acostumbrados planos fijos y recurriendo a una cámara en mano que sólo había usado antes en su mediometraje A conversation with God- el espacio inhóspito que mejor conoce: la ciudad pura y dura, tal como se vive en una estación de micros que nos recuerda a nuestra terminal Retiro (el cine de Tsai siempre nos recuerda a lugares conocidos). En tan solo tres planos-secuencia muy extensos Tsai nos invita a acompañar el tránsito del desencuentro amoroso y deja mucho lugar vacío a ser completado con nuestros propios fantasmas de abandono. El resultado es tan bueno, tan seco y desolado que nos hace anhelar que en las próximas películas Tsai siga contando con presupuestos exiguos.



Si el de Tsai es un paso promisorio en su carrera, el del tailandés Apichatpong Weerasethakul es directamente apoteótico. A ver... ¿cómo lo digo? (se me pegó el "a ver" de Jorge Lanata, puf!): Una carta para el tío Boonmee es una obra maestra absoluta, que invita a dejar de lado cualquier prevención acerca de la posibilidad de que un cortometraje sea genial. Porque esta película aparece como el producto más consumado de la poética de Api y un final brillante para el cine de esta primera década (quizá yo pueda poner finalmente un corto entre mis 10 mejores películas del milenio incipiente). Y de paso: es un precedente difícil de superar para este DOC/09. ¿Habrá en esta muestra una película mejor que esta? Si la hay, será un rompedero de culos.


Se ve que me gustó. Sí.



Si Hogar es una exploración del espacio íntimo y la de Tsai una exploración del urbanismo desolado, Una carta para el tío Boonmee es otra incursión de Weerasethakul en ese espacio rural que él filma como nadie: la jungla tailandesa se ve, en la mirada de Api, como una dimensión desconocida y plena de presencias. La foresta apichatponguiana exhala un aroma sobrenatural, la cámara de pronto se alza hacia el cielo nublado que apenas puede entreverse por encima de la vegetación tupida y uno siente un sobrecogimiento del alma que puede atribuirse a espíritus huidizos o a los rastros históricos de una represión militar. El "o" acá es más bien una disyunción incluyente. Además, el cine de Weerasethakul resiste espléndidamente el paso de fílmico a imagen digital: esa indefinición propia de este soporte le confiere al film la tersura delicada de una ensoñación. Bueno, no sé si se entendió algo de este balbuceo que acabo de escribir, lo que sí sé es que los suaves movimientos de la cámara por el espacio selvático nos conducen al más refinado clima fantasmagórico (y así desmienten una asociación ilegítitma que se hace entre el cine del tailandés y el de Renoir).

Si en estos días sus vidas están al reverendo pedo, e incluso si tienen cosas importantísimas que hacer, yo les digo que abandonen cualquier otro compromiso y que no dejen de ver una de las películas más poéticas y sugestivas que verán en sus vidas: se llama Una carta para el tío Boonmee y, si se la pierden, sigan mamando.

8 comentarios:

Fotografías dijo...

Me gusta mucho este nuevo lenguaje crítico, Oscar. Mejor que las cinco estrellitas, los clarines, los amantes o los GENT (muy buena): MARADO! (excelente).

Anoche se me complicó y no pude ver el programa de Apichatong y cía. Me parece que el Doc se supera año a año y este año no es ninguna excepción, no?

El hombre equivocado dijo...

Que suerte que tuviste complicaciones y te perdiste la película belga de las 14.30 que fue un embole. No puedo creer que se pueda filmar así existiendo las Historia(s) del cine.

martha dijo...

No recuerdo quién quería ver: HISTORIAS EXTRAODINARIAS de LLINAS:
La dan completa el domingo 25 por I-sAT A LAS CERO HS.
Martha

César dijo...

Oscar: disgresión ¿viste ENTRE NOSOTROS de Maren Ade? Creo que la pasaron en el BAFICI y ahora se estrena comercialmente.

Estremecedora la foto de Bilardo y Maradona.

El Odiante dijo...

La programación del DOC BSAS es de rechupete;me interesa también EL Capital, de Alexander Kluge.
¡Gracias Oscar!

Pulgoso dijo...

¡Toti Pasman saguro que se la va a perder!

Anónimo dijo...

Oscar, la de Apichatpong es gloriosa. Pero la de Tsai es una basura. Perdón, pero es muy mala. A Tsai, por lo que veo, se le perdona todo.

Oscar Cuervo dijo...

Andrés: creo que en esta reseña del DOC encontré definitivamente mi tono adecuado para hablar de cine, ¡me cago en Dios! (creo que en parte me influyó la obra del Bambino Veira). Y tratá de ir el miércoles a ver las de Tsai y Api, que son... muy buenas.

Hombre equivocado: me perdí la belga pero parece que no me perdí nada, según tu punto de vista. Igual embolarte no es lo peor que te puede pasar en el cine.

Martha: gracias por el dato.

César: no vi esa película ni conozco a Maren Ade, pero me acuerdo de la foto en el catálogo del Bafici.

Odiante: y tratá de ver la de Raya. Yo vi la raya.

Pulgoso: Toti que me la siga mamando.

Anónimo: la de Tsai puede interesarte o no, ahora decir que es una basura me parece que revela tu estrechez estética. Te digo estrecho y creo tendrías que dilatarte un poco para recibir propuestas de mayor espesor.