Bafici que me haces mal y sin embargo te quiero, aquí vamos otra vez…
por Alejandro Ricagno
(hasta ahora una sola pelea y muchos amigos)
Empezó mi Bafici. Reduzco las anécdotas porque quiero dormir, para ver mañana (hoy) o la de Ruiz Misterios de Lisboa ( 4 horas 40!!!) o dos de Schmid (Recomiendo alterante el documental Daniel Schmid, un chat qui pense de Pascal Hoffman y Benny Jaber sobre todo las relaciones con gente como Fassbinder, Ingrid Caven, Werner Schroter, en un retrato íntimo, bello, y delicioso, tanto para conocedores como para novatos en el aquí casi desconocido cineasta suizo. Una pequeña delicia, un bombón melancólico).
El primer día fue con Good for nothing -de la retro de Kûji Yoshida-, ésta si una suerte de Sin Aliento, argumental que no formal -con homenaje final incluido- a lo “nubero vagu”. Un película técnicamente elegante, más que las de Oshima de ese período, pero también algo “académica” aún. Y con una diferencia: los outsiders de Yoshida, no son lúmpenes ni yakuzas o militantes dsesilusionados, como los primeros protagonistas del compañero de movimiento, sino que son chicos burgueses con tristeza o estudiantes con tendencias existencialistas. Una rareza, bien laburada, pero no aún “la gran obra” que parece ser Eros + Masacre (Hoy vi A story written in water -1965-, un melo enrarecido de ecos edípicos, de sutilísimo erotismo, formalmente más complejo que el anterior, con un gran trabajo de Mariko Okada, actriz emblemática del realizador y compañera de su vida, que junto a él presentó la película. Más sobre Yoshida en sucesivas entradas, y tal vez, en el número “mutante” (¿¿???) de revista La otra.
El segundo día fue de dictadores: Pinochet y Ceausescu. Escribo sobre el primero (el segundo con The autobiography of Nicolae Ceausescu no me da tiempo para explayarme ahora, fueron tres horas y cuarto, en otra oportunidad será, pero el film de Andrei Ujica, bien vale el esfuerzo).
De cómo La muerte de Pinochet se convierte en una rara muestra de Fascismo Pop
Un curioso ejercicio de documental de “autor” o de “creación” de Bettina Perut e Iván Osnikoff, recoge testimonios -grabados in situ frente al hospital- durante los últimos días de la agonía, el momento del anuncio de la muerte, y las exequias y las manifestaciones en señal de duelo de parte de la derecha chilena por la muerte del dictador A los testimonios filmados en 2006, se le suman un suerte de retrato actual (bah, más o menos actual, antes de Piñera, digamos) de algunos personajes que en aquel momento se manifestaron frente a cuanta cámara se encontraba en el lugar, vueltos a retomar en plena era Bachelet, en su entorno cotidiano: a ellos se le suman los retratos de otros dos participantes que estaban en la otra manifestación: la que con toda justicia festejaba la muerte de Pinocho: los retratados son entonces cuatro; de parte de la derecha, una florista de clase baja que “ascendió un poquito” porque -dice ella- que había conseguido su puesto de flores “gracias a Lucía Pinochet”, y que después de la muerte del dictador no le renuevan la licencia de su puesto; un carcamán oligarca, amigo de Pinochet, actual miembro de la Corporación 11 de septiembre, que reivindica la dictadura militar. Del lado anti pinochetista (que no podríamos decir “de izquierda”, salvo por el personaje de la cooperativa) son: un suerte de activista Performer simpatizante de Allende, que se manifiesta vestido de Papa Noel, y que fuera soldado conscripto al momento del golpe; y un cuida coches, lumpen, alcohólico que va por primera vez al centro de Santiago, para encontrarse con la manifestación que festeja la muerte de Pinocho.
El retrato, o mejor dicho, la elección de los retratados, como se ve, no es equilibrado, y si bien el discurso y las manifestaciones de los pinochetistas bastan y sobran para desnudar el cuerpo (podrido) y la (des) alma de gran parte de la sociedad chilena, a través de sus propias palabras –tan cercanos a personajes similares de estos lados cono Pando y cia-; por el otro lado los ejemplos elegidos del “antipinochetismo” también son, a su manera, patéticos. De algún modo parece deliberada la elección de estos dos últimos personajes, que dan más lástima que empatía, como diciendo “con estos ejemplos, no es extraño que después gane la derecha”, mientras que la cámara se demora mucho más tiempo en cierta “dignidad” de los personajes de la derecha, más allá de no ocultar ni embellecer el atroz ridículo de la defensa de Pinochet y la negación del horror del régimen y el odio visceral a Allende, y por supuesto a Bachelet. El tratamiento de la imagen, con una estética que pareciera mezclar el neo pop criollo del fotógrafo argentino Marcos López (en el que parecen haberse inspirado) y esos retratos vivientes de la oligarquía chilena que asemejan cuadros de Carlos Gorriarena que han tomado vida -hay un tratamiento especial del color- le dan un look terroríficamente fascinante, y extrañado. Una fascinación un poco peligrosa, tal vez, como si los directores evocaran una suerte de” Oh terrible sombra de secuaces de Pinocho, voy a invocarlos, y de paso colorearlos”. Una extrañeza para discutir, y echa con toda intención provocadora. Pero más allá de las elecciones estéticas y punkis-pop de sus realizadores, hay cierta inventiva, que lamentablemente se malogra a veces se aproximándola a cierto "cancherismo”, Ya solamente con el testimonio de los pinochetistas hubiera bastado para señalar el horror y el absurdo, y describir un vasto sector del país que no ha cambiado un ápice desde el golpe del 73. La inclusión de esos otros dos personajes- de tooooodo el universo antipinochetista, víctima de la dictadura, elegir justo a ESOS dos cuasi-border semeja una innecesaria burla, un gesto posmo-, y resta valor a un trabajo que ya era contundente sin ello. Igualmente, haciendo estas salvedades, el trabajo merece verse, aún para discutirlo. Solo nomás por ver –y no creer- esas escenas de histeria y odio colectivo de señoras y señores que tanto se parecen a los de Memoria Completa y que generan escalofríos y asombro. Y también, con la diferencia de que la justicia para con las víctimas del genocidio chileno y el consiguiente juzgamiento y condena de sus responsables están lejos de vislumbrase en el horizonte del país vecino. (Para contrarrestar el tono burlón y las barbaridades que se escuchan de la más rancia derecha chilena en La muerte de Pinochet, se recomienda ver esa maravilla luminosa, ética y cósmica que es Nostalgia de la luz, del maestro Patricio Guzmán, peli que ya “pagó” mi Bafici 2011, y de la cual aún no puede pronunciar palabra. Tal vez escriba un poema. Y ahora me voy a dormir).
(Me queda en el tintero unos apuntes sobre La vida útil, que pueden resumirse así: cine en formato del mudo, pero pleno de música, con humor “deadpan yoruga”, gran inclusión del tema de Leo Masliah Mis caballos perdidos, un aire Kaurismaki y una celebración de la cinefilia, no mortuoria, sino todo lo contrario. Hay vida más allá del cine y hasta posibilidad de amor. Por suerte.
5 comentarios:
Hola Ale: Que disfruten del Bafici. Viste que acaba de fallecer Sidney Lumet ( doce hombres en pugna) a los 86 años, un cineasta norteamericano que se despidiera muy dignamente en el año 2007 con ."Antes que el mundo sepas que estas muerto"
Pero hizo teatro desde muy pequeño- dicen- especialmente en escenario idish. Hizo versiones de obras de teatro famosas de Miller,O'nEILL Y tENNESSE wILLIAM. lO que demuestra una vez más que ambas tareas no son excluyentes. Veamos sino a Luchino Visconti que tenía una obra teatral y operística, increíble. Martha
Uy, apreté el botón equivocado y eliminé el comentario. Va de nuevo:
Ale, me alegro que te haya gustado La vida útil. Y lo de "deadpan yorugua", un hallazgo.
Permitime recomendarte fervientemente Tournée de Amalric.
Ah, me sumo al recuerdo de Martha: buenas o malas, ¡cuántas películas influyentes que hizo Lumet!
Mi favorita -y un poco teatral, por qué no, si nos atenemos a la concentración del conflicto en un solo lugar- siempre será Tarde de perros.
Saluti a tutti.
Gracias Martha. Y sí bajón lo de Lumet, un cineasta irregular pero que tiene dos otres obras maestras como Tarde de Perros, y el otro día volvi a ver Sérpico que la pasaron por TCM y surprise! me gusta más ahora que en su momento. Pero la joya de Lumet escondida es Running on empty, ( creo que aca se llamo Un lugar en ninguna parte y salio solo en video) con un inolvidable River Phoenix hacieno del hijo en fuga ( como toda esa familia) de unos activistas anti vietnam war buscados por el FBI. Based on a true story... Que ambos descansen en pax...
Pablo: Si, me gustó mucho la vida util. Aún la recuerdo, y no es joda, a razon de 4 oi 5 peliculas por dia, si recordas con cariño una que viste hace tres, es que era buena nomás...
Y acabo de salir de Tournné de Alemric. QUé tepudeo decir, que me dan gnas de ir de gira con striptease!!! HURRRRRRRRRRA; mil veces, por la vocación cassavetiana de Almeric y su trupe de bailarinas carnosas!!!!
Ale, para después del Bafici, un gran Amalric actor en una de las más sensibles películas de Assayas: Fines de agosto, principios de septiembre.
(y ojalá tengas un ratito para leer lo que escribí -sintonía total con tu entusiasmo- respecto de Tournée)
Publicar un comentario