sábado, 16 de abril de 2011

Fernando M. Peña sobre el Bafici: "la gestión que venga va a tener un problema grave, se va a encontrar con un festival pauperizado"

Bafici político 2011 - 2

por oac

El 23 de enero pasado vino a La otra.-radio Fernando Martín Peña, quien además de ser programador en el Malba fue el predecesor de Sergio Wolf en la dirección artística del Bafici. En un tramo de la entrevista hablamos del tema. Me parece oportuno recordar hoy lo que nos decía Peña:

- ¿Vos dirigiste el Bafici durante tres años?

- Sí, desde el 2005 al 2007.

- La dirección del Bafici tiene una faceta artística y una faceta política, que se inserta dentro de una cuestión más amplia, en la gestión de cultura de la ciudad.

- Sos funcionario público, te eligen a dedo.

- ¿Podrías decir hasta qué punto se puede mantener la autonomía respecto de una gestión política como la de Buenos Aires, cuando ese gobierno está muy lejos de tu posición política?

- Mirá, yo no te lo puedo decir porque no fue mi caso. Mi posición política me cuesta definirla, yo me pienso de izquierda, pero a veces me siento peronista. Creo que es algo que le pasa a mi generación, últimamente me estoy conformando con la idea de morirme sin ser gorila, cosa que a mis padres no le ha pasado. Se han criado gorilas y se van a morir gorilas. Yo no quiero eso para mí, creo que es dañino, yo realmente no sé qué soy. En principio, te diría que la política está lejos de uno, porque no es algo a lo que te dedicás. Entonces cuando te llaman para hacer una cosa así, cualquier político que te llame está alejado de lo tuyo. Por lo menos, la forma de trabajar que yo planteé al frente del Bafici fue decir: "yo para poder hacerlo bien en términos profesionales, necesito este presupuesto y estas condiciones de trabajo con la gente; si es así, yo te puedo garantizar este resultado, si no no puedo". Donde algunas de esas condiciones se me quitaba o se me amenazaba quitar, yo dije: "entonces yo no puedo, me voy".

- ¿Eso fue lo que pasó finalmente?

- Al final pasó eso, pero hubo otras instancias. Me acuerdo de que teníamos discusiones que fueros graciosas en un punto. Hoy las evoco y me parecen graciosas. Venían y te decían: "para el año que viene el presupuesto debe ser este". Y yo decía: "acá te faltan 350 mil dólares". "Bueno, te puedo conseguir 200 mil". Pero ¿qué es esto? No estamos en la feria de San Telmo discutiendo por el precio de un candil, estamos hablando de un evento cultural que tiene esta condición para mantener un nivel de calidad que se supone que vos tenés que ofrecerle al público. Aparte, yo venía con una presión, porque Quintín había hecho un muy buen festival, lo había construido, le había dado un perfil distinto, un perfil internacional que Di Tella no tuvo tiempo de darle. Yo tenía una tradición en la que insertarme, no era que veníamos de la nada. Y para poder hacer eso vos sabés lo que necesitás: si no te dan eso, no lo podés hacer. Pero también tenés que ser lo suficientemente desapegado de tu cargo para poder plantear eso. Bueno, si no me das eso, entonces no lo hago y somos todos amigos, nos conocemos, si querés tomamos un café, pero yo no te puedo garantizar este resultado si no me das esto, No se me ocurre otra forma de responderte, pero creo que es así. Podés seguir sosteniendo la ficción de que lo que estás haciendo es lo mejor que se puede hacer en estas circunstancias. Creo que en este caso, el festival es una ficción. Para mí involucionó tremendamente, tomando las palabras del propio Wolf, quien hizo un análisis sobre mi gestión que me pareció excesivamente generoso en ese momento, pero ninguna de las cosas que él elogiaba que yo había hecho, que nosotros habíamos hecho, porque él era también parte de eso, se mantuvieron después, y entre otras razones porque él aceptó un recorte presupuestario absurdo. Nosotros peleábamos todos los años por más presupuesto. Y él está trabajando ahora, por lo menos hasta el año pasado, con el mismo presupuesto que nosotros hicimos aprobar para el año 2008. Y yo no entiendo qué pasa. No es solamente la política que te dice que vas a trabajar así. Sos vos que lo aceptás y no salís a pelearlo. ¿Por qué? ¿porque no lo podés pelear o porque te enamoraste del cargo y no querés salir de allí? Yo creo que hay un punto en que tenés que tomar una decisión y decir: ya no lo puedo hacer. Podés sostener la ficción, podés hacer laburar a la gente el doble de lo que tiene que laburar, podés hacer mil cosas para mantener algo que culturalmente es muy positivo para la ciudad.

- Pero la elasticidad no es infinita.

- No y además la gestión que venga va a tener un problema grave, porque se va a encontrar con un festival pauperizado, que no tiene el poder adquisitivo que tenía para poder traer las películas que tiene que traer, que tiene que completar una programación de 350 o 400 películas sin plata. Y entonces podés salir a hablar de los precios que están cobrando y no es verdad, son los precios de siempre, cobran un cachito más algunas distribuidoras internacionales, porque hay una inflación en dólares y siempre fue así.  

7 comentarios:

Hugo A. dijo...

¡Que de versos, por Dios!
¡¿350.000?!
El ejemplo del candil es patético.Suponer que lo de ellos es superior al trabajo de la persona que negocia el candil arriesgando su propia plata,la que se ganó en el mundo de la oferta y la demanda.¿Se dan cuenta que en el mundo real la gente se funde si no vende, que no puede pagar las cuentas si no vende,que no puede aportar su dinero para financiar un festival del que no se sabe si tendría consenso popular acaso su misma existencia, y no ya el presupuesto a regular?
¡Lo de las 350 o 400 películas!
¿Para qué,con que objeto?
Claro,se entiende solo en el caso si a uno no le importa que algo sea redituable,la proscripta palabra "ganar" del vocabulario de los burócratas o empatar,quedar hecho al menos.
El metro se muere de inanición en varias de las funciones,me imagino que en otras sedes ocurrirá lo mismo,menos en el codiciado abasto y por ahí quien dice si no estará ocurriendo lo mismo.
Pero ya se sabe que esto es culturalmente positivo para la ciudad.Vermuth y papas fritas. Amén.
Ah y las entradas aumentaron un 100% con una inflación de alrededor del 20%.

Oscar Cuervo dijo...

Siempre supimos de tu Macrismo, Hugo, no es una novedad en absoluto. Vos decís de manera directa lo que Lombardi no dice: que se caga en el Bafici. Suerte en las próximas elecciones.

Anónimo dijo...

Peña dice que es peronista y entonces es bueno. Los demás son todos malos. Tolerancia K.

Anónimo dijo...

Si los únicos que la tienen clara son los kirchneristas, y ni Macri, ni Solanas, ni los radicales, ni los peronistas de Duhalde, ni Luis Juez, ni Binner, ni Carrió tienen derecho a opinar, propongo que cambiemos la Constitución: que no haya más elecciones, que gobierne siempre el kirchnerismo y listo el pollo.
¿¿¿No se dan cuenta que los problemas que tiene la Argentina (que los tiene, salvo para los lameculos de 678) nunca pueden ser responsabilidad de la oposición, teniendo en cuenta que los Kirchner gobiernan desde hace 8 años???

ElOtroCampo dijo...

Te cuento una historia chiquita personal: hace cuatro años que me vine a vivir a las afueras de La Plata, por lo cual dejé de asistir enfermamente al BaFiCi, a excepción de alguna peli en particular (documentales, sobre todo). En estos días reflexionaba el por qué de mi alejamiento del festival, allende la distancia física de las salas proyectoras. Y al leer este reportaje empiezo a encontrar algunas de las respuestas. Creo que el festival está en manos de una "administración citadina" que no pudo resolver absolutamente nada de los problemas de la "gente" (así les gusta decir)como temas de salud, educación, vivienda y-en este caso en particular-el destrozo que hicieron sobre lo cultural. No es raro, es la línea directa del menemismo y del Grupo Sushi, por eso uno de sus fundadores de la "vanguardia cool aliancista" es el que está a cargo de la "gestión cultural".
La videopolítica, el "cambiar las cosas mal para que estén bien" y el intento de vaciamiento ideológico es la línea festivalera que se trasunta. Pero, para no ser demasiado explícito, aplican la fórmula gorila de la escudería Llinás, proyectan una de sus películas "políticas" por año y listo, corazones "progres" en calma.
En definitiva, mantener el festival fuera del cambio de época que estamos viviendo como país y como continente, para insuflarle el costado marketinero e insoportablemente palermitano, es quedarse clavado en un "fin de la historia" que, por suerte, los pueblos sudamericanos desmontaron la gran mentira posmoderna.
Saludos y muy bueno el reportaje!

Martha dijo...

Hermoso , me acuerdo, el reportaje completo a Peña.
No podemos achacarle al Bafici nuestras vicisitudesy frutraciones personales. Yo tuve problemas de salud y etc., pero ya volveré y seré millones.
Acabo de leer los premios en Pagina/12. Salió El estudiante, que me interesaba a priori, en ese listado.Alguien dijo que las repeticiones de 6.7.8 eran goebelianas y se repite a lo loro. UFF!Los Kirchner han gobernado estos 8 años...cuando Magnetto y la Corporación los dejaron.. Ilustrarse un poco. Martha

Unknown dijo...

No, Hugo, No. Sólo en tu cabeza yo pienso que mi laburo es superior al de nadie. Sólo dije que si me llaman pára hacer algo, yo sé lo que tengo que pedir para poder hacerlo más o menos bien. Dármelo o no, es decisión política. Como la de elegir hacer o no un festival que desde un principio estuvo fuera de tu mundo de la oferta y la demanda porque representa una producción audiovisual enriquecedora que ese mundo tuyo no trae acá. Esa elección, esa inversión en cultura, es política. El macrismo no la cree necesaria y otros sí. Me quedo con los que sí, aún en el disenso.
F.M.Peña