todos estamos igual

miércoles, 12 de enero de 2011

Avatar no es cine

según Jean Louis Comolli
en revista La otra nº 25

El prestigioso crítico cahierista y también cineasta pasó por Buenos Aires para participar en el último DocBsAs. La revista La otra publica en este número una entrevista exclusiva. En el siguiente fragmento habla de dos modelos audiovisuales y de dos posibilidades de utilización de la tecnología digital: Z32 (Avi Mograbi) y Avatar (James Cameron).


Dice Jean Louis Comolli:

- El cineasta israelí Avi Mograbi juega con el límite del cine, eso es lo interesante. Él mismo, en tanto cuerpo, es un límite, porque él se filma con un gran angular deformante. Y luego está todo ese sistema de trucos, que es parte de la tradición del cine, pero es el límite del documental. Apela a recursos de la comedia musical, y sin embargo son films que hablan de la realidad de Israel de una manera directa. Z32, su última película, busca la singularidad del individuo. El hecho de que el protagonista sea un hombre enmascarado vuelve las cosas más conmovedoras, inquietantes. En el juego de lo verdadero y lo falso, se transforma en algo casi mágico, inalcanzable.


La otra: Incluso, con el recurso de la máscara digital que tapa el verdadero rostro del protagonista, hace aparecer lo siniestro, cuando un movimiento ocasional de sus manos pasan por delante de su cara y las manos quedan ocultas por la máscara. Es un momento súbito e inquietante.

JLC: Sí, es terrible.

LO: Casi un film de horror. La presencia en la película del soldado israelí asesino es cuestionada por la esposa del director en una escena. Encontramos entonces que hay un divorcio muy grande entre esta vertiente del cine que representa Mograbi y, por otro lado, Avatar, el film que invade la sensorialidad del espectador.

JLC: Para mí Avatar es el dibujo calculado, no es cine. Porque detrás del cálculo se pierde el azar. La máquina cinematográfica registra lo que usted decidió, pero también lo que no decidió. Esto significa que hay en el cine algo no calculable. En cambio, en el dibujo animado, todo está calculado. Y si hay errores en el cálculo, se corrigen. El error no está integrado, no hay aprendizaje.

(Entrevista completa en revista La otra nº 25)

No hay comentarios: